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Nuestra Señora de las Nieves

 

Ruega por nosotros y por nuestras familias

Servidores del Altar

Todo servicio que hacemos para Jesús, tiene que ser desempeñado con toda la devoción y solemnidad que merece nuestro Señor. El servicio del Monaguillo, ese «pequeño monje» que vemos de un lado para el otro alrededor de la Mesa del Altar, no es la excepción. El rol del monaguillo es uno de los más importantes que pueda desempeñar todo aquel que sirve en el Altar, por estar muy cerca de Cristo Eucaristía. Y por ser el encargado de asistir a Jesús en la persona del Sacerdote, se le conoce como Servidor del Altar.
Los monaguillos son escogidos de entre los fieles de la Parroquia, de entre quienes demuestren un deseo de participar de una manera más íntima en la Santa Misa. Es un verdadero honor y un privilegio extremo servir y arrodillarse tan cerca del Altar, figura de Nuestro Salvador amoroso, Jesucristo. Debemos tomar conciencia que sobre el altar estará presente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. El monaguillo está encargado de que Jesús, a través de la persona del Sacerdote, esté bien servido; como cuando tenemos a alguien que nos es muy querido en casa, y nos desvivimos por honrarle con nuestras atenciones.
El rol del servidor del Altar es marcadamente notable por el sacrificio y el servicio. Ellos están dispuestos a sacrificar su tiempo y conveniencias para cumplir el horario con fidelidad, puntualidad y devoción. Cuando surge un inconveniente, el servidor del Altar responde a los deberes requeridos.
Por estar tan cerca de Jesús, habrán de observar unos modales dignos del Señor. Esto conlleva desde cómo llegan vestidos para servirle en la Santa Misa, fiesta a la que todos somos invitados, hasta el modo de comportarse antes, durante y después de la misma. Si tenemos estas consideraciones para con aquellos que nos importan en la vida, cuánto más las tendremos para quien es el más importante de nuestras vidas, Jesucristo.
El monaguillo lo es las veinticuatro horas, no es sólo una o dos horas, mientras se encuentra en el templo, lo es siempre. Recuerda que cuando las personas asisten a la Misa, los ven en el Altar junto al sacerdote, tranquilo, respetuoso. Por lo tanto, esperan el mismo comportamiento fuera del Altar. Por eso, el ejemplo debe ser el mejor, todos los están observando: vecinos, maestros, padres, sacerdotes, Dios.
Asimismo, la función del monaguillo no se limita a servir en la Santa Misa, sino también en mantener limpio el templo, cerrar puertas, rezar el Rosario, ayudar al prójimo y desarrollarse espiritualmente.
¡Gracias por ofrecerte a servir en este ministerio!

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