ORDEN SAGRADO
El Sacramento del Orden Sagrado, es un Sacramento por el que algunos hombres que son especialmente llamados por Dios, son consagrados y configurados de un modo especial con Cristo Buen Pastor, para dedicarse con un corazón indiviso al servicio del Pueblo de Dios en la Iglesia.
Este Sacramento tiene tres grados:
Diácono: Son ordenados para el ministerio. Ayudan especialmente a los presbíteros y obispos. Pueden administrar el Sacramento del Bautismo, Autorizar y bendecir los Matrimonios, son Ministros ordinarios de la Comunión. Pueden presidir las exequias. Imparten bendiciones. Leen el Evangelio en las Misas, y pueden predicar la homilía. Se dedican mucho al apostolado de la caridad, etc. Algunos son ordenados diáconos en su camino al presbiterado. Y otros pueden ser ordenados diacono siendo hombres casados.
Presbítero: Son ordenados sacerdotes del Pueblo de Dios, para apacentarlo especialmente a través de los Sacramentos, y siempre en comunión con el Obispo. Los obliga la ley del celibato, por lo tanto no se pueden casar. El celibato que es un don de Dios, ayuda a configurarse más plenamente con Cristo, que fue célibe. Y a tener un corazón indiviso, para entregarse totalmente a aquellos a quienes Dios y la Iglesia han puesto bajo su cuidado pastoral. Celebran la Misa, los Bautismos, las Confesiones. Administran el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Autorizan y bendicen Matrimonios. A veces son convocados por el Obispo para administrar en algunos casos y por delegación de la autoridad o del derecho, el Sacramento de la Confirmación. Presiden las exequias y funerales. Bendicen al Pueblo de Dios y las actividades que desempeña la gente. Y también bendicen los objetos religiosos o que ayudan al desarrollo de una vida según Dios. Generalmente los presbíteros, son los que vemos en las parroquias, aunque también muchas veces podemos encontrarlos como capellanes de hospitales, cárceles, colegios, cementerios, etc. Son los que identificamos más comúnmente como “el sacerdote” o “el cura”.
Obispo: Tienen la plenitud del Orden Sagrado. Son los sucesores de los apóstoles. Conducen al Pueblo de Dios como padres y pastores. Generalmente tienen asignada una porción del Pueblo de Dios de la cual son particularmente responsables, a la que se llama Diócesis. Aunque también pueden estar destinados a servir a la Iglesia en otras responsabilidades, como por ejemplo ayudando a otro Obispo, o al Santo Padre, o al gobierno de la Iglesia en la Santa Sede, etc. Ayudan y asisten de un modo mas especifico a la Iglesia en el mundo entero. Celebran y presiden todos los Sacramentos incluyendo el Sacramento del Orden Sagrado. Presiden también todos los demás actos de culto.